Los colegios diocesanos celebran el aniversario de la beatificación de Victoria Díez
La Fundación de Enseñanza ‘Victoria Díez’ celebra hoy el aniversario de la beatificación de la mujer que da nombre a esta entidad diocesana.
Hace 24 años el papa san Juan Pablo II beatificaba a la maestra sevillana Victoria Díez y los colegios diocesanos han querido conmemorar este día con diversas actividades, adaptadas a los diferentes ciclos formativos, que den a conocer su vida y legado, y que sirva como testimonio de fe tanto para el alumnado como para el personal docente, para los que supone “un modelo de entrega y dedicación a los demás”.
Breve biografía de la beata Victoria Díez
Victoria Díez Bustos de Molina nació en Sevilla en 1903. Fue una maestra laica católica, que desde muy joven destacó por su entrega a los demás y una profunda manifestación de fe. Aunque cursó seis años en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla, finalmente realizó estudios de magisterio. En 1925 tuvo lo que ella llamaba “la tarde del encuentro”, momento en que conoció la Institución Teresiana y su objetivo de formar a los maestros y maestras que accedían a la enseñanza pública y estimular la innovación pedagógica en aquellos que ya ejercían esta profesión.
Tras aprobar las oposiciones en 1927 fue destinada a Cheles (Badajoz) donde estuvo tan sólo un curso. Allí mejoró la escuela local, organizó la biblioteca, luchó contra el absentismo escolar trabajando con grupos de niñas y las jóvenes del pueblo llevando sus métodos pedagógicos renovados: excursiones al campo, cantos, actividades con las alumnas y labores.
El 13 de junio de 1928 recibe su nombramiento para Hornachuelos (Córdoba) con 25 años. Durante los próximos ocho años desarrolló una intensa actividad al servicio de la Iglesia y de la sociedad civil. Además de sus tareas como maestra, creó la catequesis infantil e impulsó la Acción Católica (AC), tras la prohibición de impartir religión en los colegios públicos por el gobierno de la II República, continuó dando catequesis, colaboró en la reedificación de la escuela y continuó con su novedoso sistema pedagógico: tenía en sus clases gimnasia rítmica, clases al aire libre, excursiones a Córdoba y Sevilla, enseñaba cantos y pintura; organizó cursos nocturnos para mujeres trabajadoras y una biblioteca para antiguas alumnas, ayudó a las familias necesitadas del pueblo y la nombraron Presidenta del Consejo Local del Pueblo.
Durante los difíciles años de 1932 a 1934 por las diferencias ideológicas de los españoles, nunca mostró una inclinación política y colaboró tanto con el ayuntamiento de derechas como el posterior de izquierdas llegando a ser secretaria de la Junta de Enseñanza.
Sin embargo, una vez estallada la Guerra Civil Española, en la madrugada del día 12 de agosto, Victoria Díez fue conducida junto con 17 hombres a las afueras del pueblo, donde fueron asesinados. Durante su marcha ella los alentaba diciéndoles: “Ánimo, adelante, Cristo nos espera”.
En noviembre fue sacado su cuerpo y enterrado en el cementerio de Hornachuelos, donde permaneció durante casi 30 años. Posteriormente, sus restos se trasladaron a la cripta que la Institución Teresiana tiene en Córdoba. También se encuentran algunos huesos bajo el altar del monasterio cisterciense de Santa María de las Escalonias, en el término municipal de Hornachuelos, cercano a Palma del Río.