La Iglesia celebra hoy la Jornada de oración por el cuidado de la creación
Este domingo 1 de septiembre se celebra la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación y con esta comienza el Tiempo de la Creación, que culminará el próximo 4 de octubre, día de San Francisco de Asís. La Iglesia Católica se suma así, un año más desde 2015, a esta propuesta ecuménica de acción y oración por la Casa Común. Durante este tiempo, junto a otros líderes religiosos de todo el mundo, se han formulado declaraciones que animan a los fieles a dedicar tiempo a cuidar la creación durante este mes.
Ecología Integral Sevilla celebrará el Tiempo de la Creación
En Sevilla, el Grupo Diocesano de Ecología Integral de Sevilla, organizará el IV Ecopaseo Ecuménico. Este año será el 28 de septiembre en Alcalá de Guadaira, en la Ruta de los Molinos, bajo el lema: ‘Silencio, pan y agua’. Durante todo el mes publicarán en redes sociales, a través de sus perfiles en X y Facebook (@EcologiaJp) e instagram: @EcologíaIntegralJPSevilla vídeos cortos sobre buenas prácticas encaminadas a llevar esperanza en la lucha contra el cambio climático.
Miembros del Grupo Diocesano de Ecología Integral de Sevilla han adelantado que realizarán una sesión de vídeo fórum, una Eucaristía por la Creación y ofrecerán también un subsidio litúrgico para usar en las celebraciones eucarísticas. A través de sus redes sociales publicarán más detalles de todos los eventos a realizar.
«Espera y actúa con la Creación»
Por su parte, el Santo Padre publicó el pasado mes de junio un mensaje para esta jornada, cuyo título coincide con el lema de este día: ‘Espera y actúa con la Ccreación’. “Hace referencia a la Carta de san Pablo a los romanos 8,19-25, donde el apóstol aclara lo que significa vivir según el Espíritu y se concentra en la esperanza cierta de la salvación por medio de la fe, que es la vida nueva en Cristo”, explica el Papa en su mensaje.
En el texto se pregunta por qué creen los creyentes y se responde a sí mismo con esta reflexión: “Porque el mismo ‘amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado’. Por eso el Espíritu es ahora, realmente, ‘el anticipo de nuestra herencia’, como provocación a vivir siempre orientados hacia los bienes eternos, según la plenitud de la humanidad hermosa y buena de Jesús. El Espíritu hace a los creyentes creativos, proactivos en la caridad”.
Más adelante, continúa defendiendo que “la fe es un don, fruto de la presencia del Espíritu en nosotros, pero también es una tarea, que debe realizarse en la libertad, en la obediencia al mandamiento del amor de Jesús”, advierte. Por eso, en relación al lema de la jornada, insiste en que los cristianos hemos de testimoniar la esperanza “en los dramas de la carne humana que sufre”.
En esta línea, punta que “la esperanza cristiana no defrauda, pero tampoco da falsas ilusiones; si el gemido de la creación, de los cristianos y del Espíritu es anticipación y espera de la salvación que ya se está realizando, ahora estamos inmersos en muchos sufrimientos que san Pablo describe como ‘tribulaciones, angustias, persecución, hambre, desnudez, peligros, espada’”.
“Antropocentrismo situado”
El papa Francisco en su mensaje por la Jornada de Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación hace una llamada a “vivir en armonía entre los seres humanos” y a que esta situación se extienda también a la creación “en un antropocentrismo situado, en la responsabilidad por una ecología humana e integral, camino de salvación de nuestra casa común y de nosotros que habitamos en ella”.
Esta conversión ecológica consiste en “pasar de la arrogancia de quien quiere dominar a los demás y a la naturaleza -reducida a objeto manipulable-, a la humildad de quien cuida de los demás y de la creación”. “Esperar y actuar con la creación -explica el Obispo de Roma- significa, en primer lugar, aunar esfuerzos y, caminando junto con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, contribuir a repensar entre todos la cuestión del poder humano, cuál es su sentido, cuáles son sus límites. Porque nuestro poder ha aumentado frenéticamente en pocas décadas”. De esta forma, denuncia que “pretender poseer y dominar la naturaleza, manipulándola a voluntad, es una forma de idolatría”.
El Papa concluye su mensaje animando a vivir “una fe encarnada, que sabe entrar en la carne sufriente y esperanzada de la gente, compartiendo la espera de la resurrección corporal a la que los creyentes están predestinados en Cristo Señor”.
MATERIALES
- Mensaje del Papa Francisco TdC2024
- Mensaje de la Conferencia Episcopal Española
- Guía Ecuménica de celebración
- Recursos