Los Inventarios de Parroquias. Fuentes primaria de información para documentar los bienes patrimoniales eclesiásticos
Los documentos custodiados en los Archivos eclesiásticos forman parte en sí mismos del patrimonio cultural de la Iglesia, dado que, ya sea por su contenido y significación, por su materialidad y características externas, o por ambos aspectos, son piezas singulares de incalculable valor e interés en un marco cronológico que, para el caso de los archivos de la Iglesia en la diócesis de Sevilla, abarca desde la Baja Edad Media hasta el siglo XXI.
Pero, además, son fuentes de información primaria para conocer y documentar los bienes inmuebles y muebles que, en sus diferentes tipologías – incluidas las actividades de patrimonio inmaterial-, constituyen el patrimonio cultural de la Iglesia, desarrollando una finalidad litúrgica, evangelizadora, pastoral y cultural.
Las cartas de Restauro, donde se recogen las normas que rigen la restauración de los Bienes Culturales, especifican la necesidad de documentar los bienes que van a ser objeto de intervención. Citaremos como ejemplo la carta de Restauro publicada en 1987, en cuyo apartado dedicado a la planificación de las operaciones de conservación y restauración se indica expresamente cómo; “parte integrante de este estudio serán las investigaciones bibliográficas, iconográficas, de archivos, etc., para adquirir todos los datos históricos posibles”. De ahí el interés por conocer y difundir el contenido de los Archivos eclesiásticos, al ser de consulta imprescindible para profundizar en la información que aportan los documentos sobre los bienes patrimoniales de la Iglesia.
Con esa finalidad queremos destacar, en esta ocasión, la serie documental de los Inventarios de Parroquias e Iglesias, clasificada en la sección de Administración del Fondo Arzobispal, respondiendo esta sección a una de las funciones de servicio del arzobispo en su archidiócesis como es la de administrador de los bienes eclesiásticos.
La obligación de elaborar inventarios de los bienes existentes en cada Parroquia e Iglesia, en sus variadas tipologías, viene establecido desde antiguo, constando ya en las constituciones conciliares del arzobispo Diego de Deza de 1512. De igual manera fue decretado por los posteriores arzobispos que han ocupado la sede episcopal hispalense a lo largo de los siglos. Con el transcurrir del tiempo en el CDC de 1917, (can.1522. 2º) se señalaba cómo el Ordinario del lugar debía de procurar que una copia del inventario de bienes de cada fundación o entidad eclesiástica se conservara en el Archivo de la Curia, debiéndose anotar en él todas las altas y bajas que ocurran.
Esta serie documental recoge las relaciones de los bienes muebles y posesiones de las parroquias de la diócesis, así como de otros bienes inmuebles como iglesias, conventos y ermitas. Son muy pormenorizados e incluyen la descripción de retablos, pinturas, esculturas, objetos litúrgicos tales como vasos sagrados, alhajas, ornamentos, y en general aquellos objetos destinados al culto religioso, así como, con frecuencia, los inventarios de los libros y documentos de los archivos parroquiales. Estos Inventarios son muy ilustrativos del patrimonio de cada iglesia, ofreciendo una información muy interesante tanto de los bienes patrimoniales en sí mismos, como también por ser reflejo de las corrientes de la piedad popular.
Isabel González Ferrín,
Jefa del Área de los Archivos Catedral y Arzobispal de la Institución Colombina de Sevilla
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