Los jóvenes, embajadores de la Archidiócesis de Sevilla en el Encuentro Europeo de Ávila
El Encuentro Europeo de Jóvenes celebrado en Ávila del 5 al 9 de agosto contó con la representación de un nutrido grupo de jóvenes de la Archidiócesis, procedentes de la Delegación de Pastoral Juvenil, Servicio de Asistencia Religiosa de la Universidad de Sevilla (SARUS), Cristianos de la Universidad Pablo de Olavide (CUO), así como de diversas parroquias, hermandades y movimientos.
Esta convocatoria ha puesto de relieve de qué pasta están hechos los jóvenes sevillanos que asistieron. Su madurez, su saber estar y su profunda fe en Cristo llenan de esperanza el futuro de la Iglesia hispalense, que cuenta con buenas manos que recogerán el testigo de la fe.
El encuentro, en el que participaron alrededor de seis mil jóvenes, conmemoró el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Bajo el lema ‘En tiempos recios, amigos fuertes de Dios’, los jóvenes han profundizado en esa amistad, “una relación con Dios más íntima, más cercana, comprendiendo que Cristo nos ama y espera la misma respuesta de nosotros- explica Javier Gallego, colaborador de la Delegación diocesana de Pastoral Juvenil- «Alma, ¿qué queréis de mí?: reconocer a ese amigo con el que afrontar los tiempos «recios» que nos toca vivir a los jóvenes.
Las jornadas, organizadas en torno a la vida de la Santa, incluían diversas actividades: visitas culturales a los templos de la ciudad, donde se daban catequesis y se celebraba la Eucaristía, conciertos y proyecciones audiovisuales en el Lienzo Norte de la Muralla abulense. “Han sido días intensos, de caminatas, de charlas, catequesis, bailes, música de lo más variada y sobre todo y, lo más importante, de amistad y de oración”- añade Javier.
El Convento de la Encarnación en el que Santa Teresa se consagra como carmelita y tiene las experiencias místicas que la llevaron a refundar la orden; el Convento de San José, el primero de las numerosas fundaciones que emprendería; el Convento de la Santa, edificado sobre la casa donde nació Santa Teresa; la Catedral de Ávila, la exposición Las Edades del Hombre, el Monasterio de Santo Tomás, son algunos de los lugares que más llamaron la atención de los jóvenes por su belleza y por la historia escondida entre sus muros.
Los peregrinos recuerdan con especial cariño las catequesis, en especial el conmovedor taller de oración de las Hermanas Agustinas de la Conversión. “Estas religiosas llegaron al corazón de todos por su sencillez y cercanía, y sobre todo, por su testimonio de vida- comenta Ángela Tenorio, miembro del SARUS-. La búsqueda, la vocación o la pertenencia, fueron algunas de las inquietudes que, entre canciones, nos plantearon”. «Estos días en Ávila- insiste Ángela- han sido para todos un tiempo de convivencia, oración, descubrimiento, y especialmente, de encuentro con Santa Teresa de Jesús.
En la Eucaristía del domingo, los jóvenes portaron la ‘Cruz de los Jóvenes’, una cruz que ha ido recorriendo la Archidiócesis durante el pasado curso y ha estado presente en todos los Adoremus organizados por la Delegación de Pastoral Juvenil. En ella, los jóvenes han ido atando lazos en los que han depositado sus oraciones.
“Cuando un joven se encuentra con Jesús, rejuvenece la vida de la Iglesia”
El Encuentro Europeo de Jóvenes ha sido la última actividad dirigida por el sacerdote diocesano Antonio J. Guerra como delegado de Pastoral Juvenil, que ha expresado «su agradecimiento por la confianza depositada en su persona para acometer este ministerio» así como «su satisfacción por todo lo vivido junto al equipo de jóvenes que con tanto arte y tanta generosidad me han acompañado en todos los proyectos».
“El pasado encuentro de Ávila- apunta Antonio Guerra- vuelve a demostrar que cuando un joven se encuentra con Jesús, es que cambia hasta su mirada y esto rejuvenece la vida de la Iglesia, le da fuerzas, porque la esperanza del Reino se hace más cercana cuando un joven es conquistado por Cristo. En Ávila se ha podido experimentar cómo Dios está vivo, cómo Jesús acompaña a su Iglesia y cómo el Espíritu Santo es capaz de animar nuestros pobres espíritus. En Ávila se percibía como Dios cuida de su Iglesia, que es más grande de lo que parece, y cómo nos regala a todos los Santos en nuestra ayuda.
Santa Teresa de Jesús ha sido todo un descubrimiento para los asistentes al Encuentro. “Ella con su amor por Jesús se ha colocado como buena maestra para los jóvenes para que éstos vivan para Dios. La inconformidad de Teresa y su búsqueda incansable son valores que nos ayudan para nunca tirar la toalla en nuestro empeño de conocer a Dios”.
Galería de imágenes (fotografías de Pablo Infante)