Los Religiosos Camilos arropan a las familias ante el dolor y la pérdida
Los grupos para personas en duelo, el acompañamiento y la superación de la pérdida en las circunstancias actuales de pandemia son algunos de los recursos que emplea una docena de voluntarios del Centro de Escucha San Camilo de Sevilla.
Estas acciones caritativas y evangélicas de instruir, consolar y confortar a quien lo necesita, se llevan a cabo, hoy más que nunca, en el Centro de Escucha, a través del servicio de Humanización de la Salud que tiene como finalidad ayudar a las personas que atraviesan una situación de sufrimiento o crisis en sus vidas.
Al respecto, la Pastoral Camiliana ha introducido un cambio en su forma habitual de trabajo, para la realización de su misión cerca de los enfermos. «Ciertamente las dificultades que se han presentado en este tiempo han sido muy duras, especialmente para los familiares de los enfermos», refiere Allan Chávez, Religioso Camilo del Hospital Virgen del Rocío.
«Frente al duelo, realizamos un trabajo de acompañamiento al familiar del enfermo, ya que muchas veces no podemos estar en contacto directo con el paciente y, la familia se encuentra sola y desprotegida. Desde nuestra vocación de Camilos, los hemos arropado para que no se sientan solos o abandonados en esos momentos que verdaderamente han sido de un gran dolor, por la pérdida y la separación», manifiesta Chávez.
El acercamiento con el enfermo se ha hecho «cumpliendo todo el protocolo que exige el personal sanitario para poder administrar el Sacramento de la Unción de Enfermos y las oraciones y plegarias cuando la persona ha expirado».
Desde el Centro de Escucha, la relación personal, activa y presencial con aquellos que sufren es importante. «Las personas se sienten acogidas en nuestros centros, validadas en las situaciones que están viviendo y acompañadas durante el tiempo que dura el proceso de ayuda».
Dada las dificultades propias de la COVID-19, el Centro de Escucha cerró por un período, «ya que las personas no podían acudir a las entrevistas, pero después de analizar la situación, acordamos que, aun de manera telefónica debíamos mantener el contacto, y hay que decir que la experiencia en general fue positiva, aunque no de la forma de escuchar que tenemos en el Centro”. Actualmente se han retomado los encuentros presenciales.
Manifiesta Allan Chávez, religioso Camilo del Hospital Virgen del Rocío que, como resultado de las medidas restrictivas, se producen muchos dolientes, personas destrozadas e incrédulas que experimentan una honda desesperanza al estar lejos físicamente del ser querido que ha muerto, ocasión “que aprovechamos para mantener contacto vía llamadas con familiares y amigos para acompañarlos en la despedida de esas personas, a través de las vivencias y sentimientos de los acompañantes”. “Se trata de mensajes que se convierten en bálsamo para los dolientes”, relata Rafael García, vicepresidente del Centro.
Al respecto, el Centro de Escucha ha adoptado todas las medidas de protección para que, tanto las personas que acuden a las instalaciones, como los voluntarios se sientan seguros.
Jornadas de duelo
En las Jornadas Andaluzas de Humanización de la Salud que se realizan desde hace siete años se abordan temas como el duelo, la soledad, los menores, las personas en cuidados paliativos, la sanidad, entre otros. “Tratamos en estas jornadas sobre la necesidad de humanizar la salud, no solo los sistemas sanitarios, sino la realidad de sufrimiento de muchas personas. Sacamos a la luz situaciones que necesitan una atención humanista y comprometida”, refieren desde el Centro de Escucha San Camilo.
En esta línea, las Jornadas Andaluzas de Humanización de la Salud van dirigidas a miembros de la Pastoral de la Salud, Cáritas y Movimientos de ayuda mutua. Este año, los cursos se impartirán desde Madrid vía on-line, las inscripciones pueden realizarse a través de la página web humanizar.es
Dada la experiencia de los voluntarios del Centro de Escucha, consideran que “la capacidad de ritos y pautas ante el fallecimiento de un familiar y la incapacidad de despedirlo está en cada persona, todos tenemos dentro una forma de afrontarla”, es por ello que desde el Centro de Escucha “solo ayudamos a buscar de qué manera las personas en duelo pueden gestionar su despedida”.
Testigos de la grandeza humana
En definitiva, las voces y rostros detrás de cada encuentro presencial o llamada telefónica producida en el Centro de Escucha San Camilo de Sevilla se han convertido “en testigos de la grandeza humana y del amor que una persona es capaz de experimentar por su semejante, especialmente en la enfermedad y tras el fallecimiento, lo que nos hace sentir profundamente pequeños ante la grandeza de Dios”, reflexiona Marisa Banda, coordinadora del Centro.