Luis Rueda: “Es muy enriquecedor para la comunidad parroquial que haya miembros que hayan hecho los cursos de Liturgia”
“Ser acólito o lector estable –instituido- estaba reservado para hombres, y el Papa lo que ha hecho es extender esta bendición a las mujeres”. De esta forma resumía Luis Rueda, delegado de Liturgia de la Archidiócesis de Sevilla, la modificación derivada del motu proprio ‘Spiritus domini’ hecho público el pasado día 10.
Rueda recuerda que hasta ahora “teníamos dos formas de ministerios, uno que se ejercía de forma temporal, lectores que están en la parroquia y leen habitualmente, acólitos que realizan su ministerio junto al altar y los otros ministros de forma temporal; y otros que lo hacían de forma estable, con una bendición que recibían del obispo”. Estos últimos son los lectores y acólitos instituidos.
Formación en la Escuela de Liturgia
Estos ministerios instituidos tenían y tienen que pasar por una formación que se imparte en la Escuela Diocesana de Liturgia. Son dos cursos que se dan en el mismo edificio de la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla. Luis Rueda acara que la Escuela de Liturgia se abrió hace unos cuarenta años para laicos, “hombres y mujeres que quisieran profundizar en la celebración, saber cómo participar, crear grupos de Liturgia en las parroquias y tener una cierta formación”. El motu proprio del Papa Francisco tendrá una incidencia directa en esta Escuela, ya que “cuando tengamos un número considerable de candidatas, tanto a acólitas como a lectoras instituidas, tendrán que pasar por la misma formación”, apunta el delegado diocesano de Liturgia. “Es muy enriquecedor para la comunidad parroquial que haya miembros de la parroquia que hayan hecho los cursos de Liturgia”, concluye.
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