Archidiócesis de Sevilla

Bajo el lema «Pueblo de Dios en salida», más de dos mil laicos de toda España se han dado cita este fin de semana en la Archidiócesis de Madrid para participar del Congreso Nacional de Laicos, cuyo objetivo es impulsar la conversión pastoral y misionera del laicado en el Pueblo de Dios, como signo e instrumento del anuncio del Evangelio.

El Pabellón de Cristal de la Casa del Campo de Madrid acoge desde hoy hasta el domingo 16 de febrero, a laicos, religiosos, sacerdotes diocesanos y diáconos, procedentes de 70 diócesis españolas, centenares de personas pertenecientes a asociaciones y movimientos de ámbito nacional, congregaciones religiosas e institutos seculares.

La delegación de la Archidiócesis de Sevilla en esta cita nacional del laicado español es una de las más numerosas, con el Arzobispo, monseñor Juan José Asenjo, a la cabeza, y con el Cardenal Arzobispo Emérito, monseñor Carlos Amigo.

Vocacional laical misionera

El Arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro exhortó a los participantes del Congreso Nacional de Laicos y de la Iglesia en general a reflexionar en “la actividad misionera que aún hoy representa  el mayor desafío para la Iglesia y la causa misionera debe ser la primera”. Recomendó interpretar «lo que supone el don de la vocación de laicos en estos momentos que nos toca vivir, siendo capaces de ponernos a caminar juntos, por todos los caminos donde van los hombres, sintiendo que el impuso misionero para serlo de verdad, debe realizarse desde la sinodalidad». Pidió también un laicado consciente de que todo crecimiento es un «aumento de fidelidad a su vocación»

Recomendó «escuchar a todos y promover con fuerza la dignidad de las personas que con tanta hondura regala Jesucristo, desde donde todos los llamados a vivir la vocación laical sepamos elegir y juntos encontrar cauces para crecer como discípulos misioneros, viviendo en comunidad y con la necesidad de asumir un compromiso cada día más fuerte en el mundo, lo cual nos va a exigir una formación fuerte y renovada, que se manifieste en vivir la misión como un proceso».

Mensaje del papa Francisco

Durante la sesión inaugural, Bernardito Auza, Nuncio Apostólico en España, leyó el mensaje que dedicó el papa Francisco a todos los participantes del Congreso Nacional de Laicos 2020.

«Somos Pueblo de Dios, invitados a vivir la fe, no de forma individual ni aislada, sino en la comunidad, como pueblo amado y querido por Dios», escribió el Santo Padre, en el día en que la Iglesia celebra a los santos Cirilo y Metodio, patrones de Europa.

«No tengan miedo de patear las calles, de entrar en cada rincón de la sociedad, de llegar hasta los límites de la ciudad, de tocar las heridas de nuestra gente… esta es la Iglesia de Dios, que se arremanga para salir al encuentro del otro, sin juzgarlo, sin condenarlo, sino tendiéndole la mano, para sostenerlo, animarlo o, simplemente, para acompañarlo en su vida», animó a la Iglesia de España.

Laicos sevillanos

La delegación de la Archidiócesis de Sevilla en esta cita nacional del laicado español es una de las más numerosas. Buena prueba de la relevancia que se ha dado desde Sevilla a este encuentro es el hecho de que el Arzobispo, monseñor Juan José Asenjo, acudió a Madrid al frente de más de medio centenar de personas que representan las distintas sensibilidades y carismas del laicado asociado sevillano.

La Iglesia en Sevilla llega con los deberes hechos a este congreso. Durante el pasado año, los laicos de la Archidiócesis han llevado a cabo un trabajo pormenorizado con objeto de llegar a esta cita nacional del laicado con una foto fija de su papel en la Iglesia y la sociedad sevillanas. Enrique Belloso, delegado diocesano de Apostolado Seglar, calificó esta fase diocesana con una nota alta, respaldada, en primer lugar, por la alta participación, “lo que indica que formamos parte de una Iglesia viva, atenta al momento que vivimos y a los retos que tenemos ya delante nuestro”.

Entre las propuestas que la delegación de Sevilla lleva al congreso, destaca “la necesidad de una regeneración de la vida pública, desde una llamada al bien común y a la participación”. Además, se llama la atención sobre “el individualismo creciente y los vínculos líquidos que conforman nuestra convivencia”, y, por consiguiente, sobre la necesidad de “reconstruir nuevos escenarios de presencia, generando una deliberación ética sobre los fines de la sociedad. Hay que estar, por tanto, más en impulsar procesos que en ocupar espacios de poder”. Se subraya también la conveniencia de “una economía al servicio de las personas a través de la honestidad fiscal, el rechazo de la corrupción, el consumo responsable, las finanzas éticas, discriminación positiva hacia empresas sociales, el ejercicio responsable profesional y familiar”.

Sinodalidad y discernimiento

Isaac Martín, delegado de apostolado Seglar de Toledo tomó la palabra para manifestar que el «Congreso Nacional de Laicos no es un acto reivindicativo de los fieles laicos, ni una asamblea para manifestar exigencias del laicado, porque el protagonismo lo hemos tenido desde el inicio del proceso, lo seguimos teniendo estos días y luego del congreso», precisó que «la cita del fin de semana es la continuidad del ejercicio de discernimiento sinodal que la Iglesia en España viene realizando, por lo que debe interpretarse como punto de partida del camino que recorreremos junto en los próximos años».

Martín, que ha formado parte del órgano coordinador de Congreso Nacional de Laicos refirió que “los laicos han protagonizado este proceso” y que “ha sido sobrecogedor apreciar la mano de Dios”.

“Desde la libertad y la responsabilidad hemos hablado de nuestras preocupaciones, inquietudes y fortalezas, hemos ofrecido pistas para asumir con seriedad los retos que hemos planteado y nos hemos comprometido a abrir nuevos caminos para afrontar los retos”.