Medidas de conservación de Bienes Culturales en tiempos de coronavirus
La Delegación diocesana de Patrimonio Cultural ha emitido una serie de recomendaciones sobre procedimientos de desinfección en Bienes Culturales con motivo de la alarma sanitaria por Covid-19.
En el documento enviado a los sacerdotes de la Archidiócesis hispalense se reconoce que “debemos actuar con responsabilidad para continuar con la preservación” del importante legado que custodia la Iglesia en Sevilla y advierte que “cualquier manipulación o aplicación incontrolada o realizada sin conocimiento puede ser perjudicial para su estado de conservación”.
Así, y siguiendo las recomendaciones propuestas por los expertos del Instituto del Patrimonio Cultural Español (IPCE), la Delegación diocesana de Patrimonio Cultural ofrece unas pautas para garantizar la conservación de los bienes artísticos que forman parte del Patrimonio de la Iglesia.
Medidas en templos y zonas musealizadas
Entre estas destaca la de no realizar fumigaciones o pulverizaciones generalizadas dentro de los templos. “Debido al cese mayoritario de la actividad cultual, aproximadamente hace un mes, la existencia actualmente del virus en el ambiente de dichos espacios es poco probable”, explican. No obstante, señalan que “si se ha celebrado de forma individual por parte del sacerdote, se procederá de forma normalizada a limpiar los espacios usados”.
Por otro lado, entre las actuaciones más recomendables en zonas interiores sin incidencia directa con bienes artísticos indican la pulverización controlada de Ozono, “porque es el desinfectante y antiséptico que más destaca por ser altamente eficiente como bactericida, viricida y fungicida”. Y, a pesar de su demostrada efectividad (acaba con la Covid-19 en cinco minutos), es inocuo con el medio ambiente e inofensivo para las personas.
En cuanto al interior de los templos, se recomienda la limpieza de las superficies (suelos, puertas o manillas) sin valor histórico o artístico “con las soluciones desinfectantes comunes propuestas por las autoridades sanitarias. Aunque preferentemente se empleará el etanol disuelto al 70% en agua, se podría utilizar la lejía rebajada al 30% en agua, así como otros productos desinfectantes libres de lejía”. En este sentido, enumeran los espacios de mayor interés para su desinfección: puertas, bancos, reclinatorios, confesionarios o pilas de agua bendita, así como aquellas zonas musealizadas que hayan podido ser tocadas por los visitantes (superficies de exteriores, vitrinas, etc.).
Además, instan a mantener este protocolo de limpieza de forma “permanente”, una vez se vuelva a la normalidad, “para evitar la futura difusión de cualquier patógeno.
Desinfecciones en bienes muebles y ornamentos litúrgicos
Desde la Delegación diocesana de Patrimonio Cultural advierten que “no se debe realizar desinfecciones con productos corrosivos como la lejía o el amoniaco sobre los bienes muebles, esculturas, retablos, pintura, marcos y orfebrería. De igual modo hay que evitar las pulverizaciones generales con otros productos o incluso agua con jabón, ya que pueden provocar alteraciones irreparables”.
Por su parte, los vasos sagrados y otros elementos de orfebrería que se utilizan en la celebración de la Eucaristía podrán ser desinfectados con una solución de alcohol al 70 % o limpiándolos empleando un jabón neutro, secando bien toda la superficie al finalizar la limpieza. Si bien, “se recomienda no utilizar en este periodo piezas significativas”.
Todas estas acciones se hacen extensivas a los ornamentos litúrgicos textiles de mayor relevancia, a la vez que se hace una llamada a emplear “ornamentos sencillos” y a evitar que estos sean usados por diversos sacerdotes o ministros.
Bienes culturales en espacios públicos
En lo que se refiere a las portadas e imágenes expuestas en la vía pública, la Delegación diocesana alerta de que no deben ser desinfectadas de forma directa y exhorta a emplear una disolución de etanol al 70 % en agua proyectada a baja presión en las zonas cercanas (aceras, zócalos…) a estos edificios históricos.
Igualmente, dada la dificultad para su desinfección sin poder evitar un daño irreparable a estos bienes culturales se pide, sobre todo, que no se toquen de manera directa para evitar posibles contagios.
Finalmente, recuerdan que todos los procesos de limpieza se realizarán siempre con los correspondientes EPIs que garanticen la seguridad de la persona e insisten en que “ante cualquier duda con los procesos de limpieza y desinfección, lo mejor es no aplicar ningún tratamiento, ya que se pueden generar daños irreversibles” en los Bienes culturales, por eso concluye su comunicado asegurando que “nuestra mejor arma para su conservación es la prevención”
Más información en patrimoniocultural@archisevilla.org y en conservacionpreventiva@archisevilla.org
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