Medio centenar de personas agradecieron a Dios por la creación en el IV Ecopaseo Ecuménico
Medio centenar de personas participaron en el IV Ecopaseo Ecuménico celebrado en la Ruta de los Molinos (Alcalá de Guadaíra), la mañana de este sábado, bajo el lema: ‘Silencio, pan y agua’, organizado por el Grupo Diocesano de Ecología Integral de Sevilla.
El IV Ecopaseo Ecuménico de Sevilla ha constado de cinco momentos de reflexión personal y testimonio compartido. El primero de ellos ‘Somos el agua de la gota’, seguido de ‘Esperanza, caminar en verde’. Estas dos etapas se desarrollaron en el Molino de la Tapada y el Naranjal, respectivamente. Más adelante, en el Molino El Algarrobo, los asistentes reflexionaron sobre ‘Pasar a la otra orilla. Todo tiene la semilla divina de Dios Creador’.
El cuarto momento se tituló ‘Actuar con la creación: responsabilidad para con la tierra y con el prójimo’, en el lugar de la Casita Parque Pinos San Francisco Grupos Scout Qalat Chabir. Y, finalmente, la meditación, ‘Silencio, lenguaje de Dios’, en Molino de San Francisco, puso el broche final a este paseo por la Ruta de los Molinos del Parque Oromana para profundizar y dar gracias a Dios por la creación.
«Espera y actúa con la Creación»
El Santo Padre publicó el pasado mes de junio un mensaje para la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación, cuyo título coincide con el lema de este día: ‘Espera y actúa con la Creación’. “Hace referencia a la Carta de san Pablo a los romanos 8,19-25, donde el apóstol aclara lo que significa vivir según el Espíritu y se concentra en la esperanza cierta de la salvación por medio de la fe, que es la vida nueva en Cristo”, explica el Papa en su mensaje.
En el texto se pregunta por qué creen los creyentes y se responde a sí mismo con esta reflexión: “Porque el mismo ‘amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado’. Por eso el Espíritu es ahora, realmente, ‘el anticipo de nuestra herencia’, como provocación a vivir siempre orientados hacia los bienes eternos, según la plenitud de la humanidad hermosa y buena de Jesús. El Espíritu hace a los creyentes creativos, proactivos en la caridad”.
Más adelante, continúa defendiendo que “la fe es un don, fruto de la presencia del Espíritu en nosotros, pero también es una tarea, que debe realizarse en la libertad, en la obediencia al mandamiento del amor de Jesús”, advierte. Por eso, en relación al lema de la jornada, insiste en que los cristianos hemos de testimoniar la esperanza “en los dramas de la carne humana que sufre”.
En esta línea, punta que “la esperanza cristiana no defrauda, pero tampoco da falsas ilusiones; si el gemido de la creación, de los cristianos y del Espíritu es anticipación y espera de la salvación que ya se está realizando, ahora estamos inmersos en muchos sufrimientos que san Pablo describe como ‘tribulaciones, angustias, persecución, hambre, desnudez, peligros, espada’”.