Mons. Asenjo en las ordenaciones sacerdotales: “Sed testigos de la dignidad inalienable del hombre y de la verdad de Dios”
El Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, ha ordenado esta mañana en la Catedral a nueve seminaristas de la Archidiócesis. Estos nueve hombres, ya sacerdotes, han estado acompañados por cientos de personas que se han dado cita en la seo hispalense desde las once de la mañana, coincidiendo con la solemnidad de San Juan Bautista.
En una celebración sencilla y llena de emoción, en la que han participado miembros de la curia, formadores del Seminario y otros presbíteros, mons. Asenjo ha iniciado su homilía recordando que hoy los ordenados han vivido “el acontecimiento más transcendental de vuestra historia personal, después de vuestro bautismo”. Realizando un paralelismo con San Juan Bautista, “el amigo del esposo”, el prelado ha asegurado que los nuevos sacerdotes “han sido llamados desde las entrañas maternas. Antes de que vierais la luz, sin mérito alguno de vuestra parte, ha pronunciado vuestro nombre y os ha elegido para haceros luz de las naciones, para que su salvación llegue hasta el confín de la tierra”. Su discurso se ha desarrollado por una serie de recomendaciones prácticas y pastorales: “En la acción pastoral no caigáis nunca en la tentación del protagonismo. Ni las comunidades a las que vais a servir, ni la Eucaristía que desde mañana vais a presidir son vuestras. Son del Señor. (…) Vosotros vais a ser sólo precursores, heraldos e instrumentos de la acción de Dios. Vivid con humildad el don inmenso que vais a recibir. En la humildad está la clave de la fidelidad, de la perseverancia y de la fecundidad apostólica”. El Arzobispo, igualmente, ha instado a ser voz de “aquellos que no tienen voz, de las víctimas de las injusticias, a quienes tenemos que servir, defender y acompañar, poniéndonos de su parte y en su lugar”, siendo testigos de la dignidad inalienable del hombre y sus derechos sagrados.
“No convirtáis la Iglesia en una ONG”
D. Juan José también ha querido animar a los presbíteros a ser “testigos de la verdad de Dios”, a no callar por el miedo, la pusilanimidad o los cálculos humanos poco confesables. “No os avergoncéis nunca del Evangelio”, ha exhortado desde el púlpito. “Hoy más que nunca es necesario el servicio del profeta, del atalaya, del abogado de los derechos de Dios –ha continuado. Ese es vuestro papel, queridos candidatos, nada más y nada menos”. En esta línea, ha advertido que no pueden “hacer de la Iglesia una ONG” pues, citando a P. de Lubac “la Iglesia tiene la misión de hacer presente a Jesucristo, de anunciarlo, mostrarlo y darlo a todos. Todo lo demás no es sino sobreañadidura”.
El Arzobispo ha terminado su homilía pidiendo a la comunidad diocesana una buena acogida a estos nueve nuevos sacerdotes y pidiendo la intercesión de la Virgen por sus ministerios.
Por otra parte, al finalizar la celebración, mons. Asenjo ha aconsejado a los nuevos sacerdotes “dejarse acompañar por los hermanos en el ministerio” y ha agradecido la labor del Seminario Metropolitano y la Pastoral Vocacional, que tantos frutos está dando.
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