Mons. Saiz en la celebración del Corpus Christi: «Que reavive las raíces cristianas y eucarísticas de esta ciudad»
Tras dos años de ausencia forzada, las calles del centro de Sevilla vuelven a oler a juncia y romero, con unas temperaturas que parecen dar un ligero respiro a los participantes en la procesión de la ciudad, el cortejo más numeroso de cuantos se suceden a lo largo del año. Jesús Sacramentado vuelve a mostrarse en un recorrido marcado desde bien temprano por la tradición. Una tradición que habla de seises, de altares, colgaduras y escaparates adornados al paso de ‘Dios en la ciudad’.
Una tradición que data de finales del siglo XIV
La de esta mañana ha sido la primera solemnidad del Corpus para monseñor Saiz Meneses en Sevilla que se ha desarrollado con la completa normalidad que marca una historia que, según el arzobispo ha destacado en su homilía, podría datar de finales del siglo XIV. La nave del Crucero del templo metropolitano ha acogido la Eucaristía previa a la procesión solemne, que ha contado con las más altas representaciones de las instituciones de la capital hispalense, con el alcalde, Antonio Muñoz, a la cabeza.
En su homilía, monseñor Saiz ha pedido “que esta celebración de la Eucaristía y la procesión por nuestras calles reavive las raíces cristianas y eucarísticas de esta ciudad”. Además, ha abogado por afianzar “nuestra comunión con el Señor y nos ayude a hacer de nuestra vida un camino solidario de la mano de María, Nuestra Señora de los Reyes, Madre de la Misericordia”.
“El centro de la vida de la Iglesia”
Anteriormente, ha reflexionado acerca del misterio de la Eucaristía, “el centro de la vida de la Iglesia”, y ha destacado “el gesto de ‘partir el pan’, ese momento inefable en el que Dios se hace tan cercano al ser humano, que se convierte en alimento espiritual expresando un amor sin límites”. Al respecto, ha apuntado que “por nuestra parte, debemos sentirnos conmovidos interiormente, porque esta manifestación de amor no es un algo lejano, sino un acontecimiento que se actualiza en la celebración de la Eucaristía”. “La Eucaristía –ha añadido- es fuente de esperanza para cada persona y para toda la Iglesia y la humanidad”.
En referencia a la tradición de salir a las calles con Jesús Sacramentado, el prelado hispalense ha señalado que “parece lógico que los cristianos, a lo largo de la historia, hayan sentido la necesidad de manifestar también exteriormente la alegría y la gratitud por la realidad de un don tan grande. Por eso fueron madurando en la conciencia de que la celebración no podía quedar limitada dentro de los muros del templo, sino que era necesario llevarla por las calles de los pueblos y ciudades”. De ahí que en la actualidad se recorra la ciudad, saliendo “al encuentro de nuestros hermanos” y mostrando a todos “el sacramento de la presencia de Cristo”.
«Estamos llamados a vivir en fraternidad, en familia»
Fiesta del Corpus Christi, día de la caridad. Así lo ha recalcado el arzobispo, que ha subrayado que “toda la vida y actividad de Jesús está llena de amor compasivo”. De esta manera se entiende que “se acerca a los que sufren, alivia su dolor, toca a los leprosos, libera a los poseídos por el mal, los rescata de la marginación y los reintegra en la sociedad”. Por ello, el mandamiento del amor a Dios y al prójimo nos lleva a “tomar conciencia de los demás, porque estamos llamados a vivir en fraternidad, en familia, y esto se traduce en justicia y solidaridad”.
En este punto ha afirmado que la experiencia personal del sufrimiento “nos ayuda a ponernos en el lugar del otro, del pobre, del que sufre”, y que la vivencia del dolor puede ser “el camino para superar el egocentrismo, el narcisismo, y fijar la mirada en los demás”. “Felices los que son capaces de salir al encuentro de los demás, de conmoverse por su dolor y de unirse a ellos para buscar los remedios pertinentes”, ha añadido. Monseñor Saiz ha culminado este planteamiento señalando la necesidad de que “en nuestra sociedad, tan impregnada de individualismo y egoísmo, se viva la responsabilidad de unos sobre otros”.
Baile de seises ante Jesús Sacramentado
Al final de la Misa se ha recuperado la tradición del baile de los seises ante la custodia de Arfe, ya con el Santísimo, acompañados por la coral catedralicia dirigida por el canónigo Herminio González. A su finalización, tanto el arzobispo como el alcalde han hecho entrega del denario a los niños seises.
Y, de nuevo como marca la tradición –algo tan consustancial a la jornada de hoy- los primeros tramos de la procesión con las representaciones de las hermandades hacían su entrada en la Catedral por la Puerta de los Palos antes de que -en torno a las diez y veinte de la mañana- iniciara su andadura la imponente Custodia, escoltada por el arzobispo y el deán del Cabildo, Teodoro León.
Galería fotográfica
Puede consultar el texto íntegro de la homilía de mons. Saiz en este enlace.