Monseñor Asenjo presenta el nuevo Directorio para la Catequesis
El pasado 25 de junio se presentó en la Sala de Prensa de la Santa Sede el nuevo Directorio para la Catequesis. Se trata del tercer Directorio que se publica tras el Concilio Vaticano II, y el anterior databa de 1997.
En una carta dirigida al clero y fieles de la Archidiócesis, el Arzobispo de Sevilla subraya que “la catequesis no puede permanecer como una actividad desvinculada del contexto histórico y cultural en el que se desarrolla”. Por el contrario, “ha de inculturar la fe en una época y lugar determinados”, y por ello “se hacía ya necesaria una actualización”. Así, “la cultura digital, la sociedad secularizada y plural, y la globalización” son algunos cambios culturales y desafíos que, según señala monseñor Asenjo, se tenían que tener en cuenta en el nuevo Directorio.
El Arzobispo subraya algunas notas que caracterizan el nuevo estilo del directorio: “la unidad de la catequesis y la evangelización”. Así, el anuncio del kerigma (primer anuncio) se establece como “núcleo fundamental que ha de estar en todas las etapas catequéticas”. Este Directorio pone de relieve la catequesis kerigmática y la catequesis mistagógica, y “esta última nos introduce en el Misterio para no aislar el kerigma de su contexto natural”, añade monseñor Asenjo. En esta línea, resume que “el fin de esta catequesis no es otro que el de propiciar el encuentro con el Señor en una decisión libremente tomada y que va madurando y creciendo en conocimientos progresivamente”.
En su misiva, el Arzobispo afirma que el documento da gran importancia a lo que denomina “proceso de inculturación”: “La catequesis siempre debe ser nueva porque siempre sus destinarios son nuevos, por lo que la catequesis debe responder y entrar en dialogo con las personas concretas del aquí y ahora”, afirma.
El Directorio dedica mucho espacio a los destinatarios, haciéndose eco de la gran diversidad de edades, niños, preadolescentes, adolescentes, jóvenes y adultos, como a algunas situaciones concretas que han de ser atendidas con un especial cuidado, como son las catequesis con migrantes, con personas marginadas o en la cárcel. “No se trata de adaptar el mensaje cristiano, sino de personalizar e inculturar la catequesis, que, si bien siempre es nueva, sus contenidos son siempre los mismos”.
Se refiere también monseñor Asenjo a la cultura digital. Al respecto puntualiza que “se nos pide tomar de ella lo mejor y vigilar los contenidos que se nos ofrecen, ya que no todo es de recibo o quizás esos contenidos estén hechos con mejor intención que maestría y conocimiento”. Además, insta a “no perder de vista que por muy validos que sean los medios nunca podrán sustituir el encuentro personal”.
Finalmente, subraya como clave la participación activa de la familia en el proceso catequético, y acentúa “la vía pulchritudinis, es decir, el camino de la belleza para propiciar el encuentro y el conocimiento de Dios, suprema belleza”.
Puede leer la carta íntegra en el siguiente enlace.
