Multitudinaria coronación de Nuestra Señora de los Dolores en Écija
La plaza de España se Écija se convirtió el pasado sábado, 28 de octubre, en un templo abarrotado de fieles que esperaban con expectación el momento en el que monseñor José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, coronara canónicamente a Nuestra Señora de los Dolores.
La jornada vivida en Écija se resume como lo que el propio arzobispo calificó como “un día histórico”, al que no faltaron las autoridades civiles, entre ellas la alcaldesa de la villa, Silvia Heredia; y el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, Pedro Fernández.
En su homilía, monseñor Saiz dio gracias “por nuestras raíces cristianas, por nuestra historia, por todas las personas que nos han precedido”. Y a la pregunta de “por qué la coronamos”, fue categórico: “Porque es verdaderamente reina”.
“Momentos no fáciles en la Iglesia y en la sociedad”
Con la coronación de la Virgen de los Dolores, se ha realizado “un gesto de fervor y de amor de hijos”, al tiempo que “reafirmamos nuestro compromiso de fidelidad con respecto a la Madre, que en todas las circunstancias de la vida nos acompaña con su protección”. En esta línea, el arzobispo recordó que “Nuestra Señora de los Dolores nos sostiene en la fe que hemos recibido de nuestros padres y nos impulsa para vivirla y trasmitirla en estos momentos no fáciles en la Iglesia y en la sociedad”.
“Hoy, con la coronación canónica, hacemos el firme propósito de que (la Virgen María) reine en nuestros corazones, en nuestros hogares, en nuestras familias, en Écija, nuestra ciudad. Le pedimos que nos enseñe a responder con generosidad a la llamada de Dios, también nosotros. Le pedimos valentía para no ceder nunca a la seducción del mal, para no pactar jamás con la mentira o la falsedad”, subrayó.
Petición especial por la paz
También pidió especialmente por la paz, “que nos ayude a vivir como hermanos, en paz, a ser mensajeros de paz, constructores de paz”, y para que “vivamos firmes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en el amor”.
Finalmente, monseñor Saiz Meneses se dirigió a la imagen antes de su coronación con una petición tan extensa como sentida: “ayuda para defender la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural; para servir a los más pobres, los enfermos, los ancianos que están solos, los niños y jóvenes desfavorecidos, a los que sufren en medio de situaciones familiares rotas, a los inmigrantes con problemas de integración, a las personas que no tienen trabajo. Enséñanos, Madre, a ser solidarios con quienes pasan por dificultades”, concluyó.
Galería fotográfica del acto.
(Fotos: J. R. Pigne).