La novena que convierte la Catedral en escuela
Cuando Adrián Sanabria, vicario episcopal para la Nueva Evangelización, recibió la noticia de que sería el predicador de la novena a la Virgen de los Reyes de este año se lo tomó con “mucha alegría y responsabilidad”.
Desde un principio, Sanabria quiso presentarle a los fieles la figura de María como ideal de santidad. “Mi intención era convertir la Catedral en una escuela para aprender de María, madre y maestra”, explica. Y así ha hecho. En cada jornada ha expuesto una lección de vida poniendo a María como ejemplo: mujer de fe, de oración y de servicio, mujer de misericordiosa, misionera y humilde.
Para acercarse a la Virgen recomienda la lectura de la exhortación apostólica de Pablo VI ‘Marialis cultus’ en la que da algunas pinceladas sobre cómo tiene que ser el culto a la Madre de Dios. También anima a leer ‘Dives in misericordia’ de san Juan Pablo II, “donde presenta a la Virgen como madre de la Misericordia”. Por último, durante sus prédicas también ha hecho múltiples referencias a ‘Evangelii gaudium’ del papa Francisco.
Sevilla siempre con María
“Me trajo mi abuelo y ahora vengo con mi nieto”. Estas palabras de una señora que acudió a la novena a la Virgen de los Reyes respaldan la opinión de Adrián Sanabria de que la devoción a la Virgen de los Reyes es “heredada”. Asegura que está fundamentada en nuestra Archidiócesis y se trata de una devoción “serena y sincera, silenciosa y profunda”.
De su experiencia como predicador durante la novena destaca cómo la gente miraba a la Virgen. “Hay que sentarse con ella, acercarse y conocerla”, anima el vicario.