Obispo auxiliar electo, Teodoro León: “Tengo la seguridad de que el Señor dirige y acompaña mi vida”
El nuevo obispo auxiliar de Sevilla, Teodoro León, quien ejerce actualmente como vicario general y moderador de la Curia Diocesana dirigió un saludo de agradecimiento durante la rueda de prensa celebrada la mañana de este sábado en el Palacio Arzobispal, donde se hizo público su nombramiento de parte del Santo Padre.
Reproducimos el texto íntegramente:
Queridos hermanos y hermanas:
¡Paz y bien!
Cuando la Santa Sede acaba de dar a conocer mi nombramiento como obispo titular de la sede de Mentesa y auxiliar de Sevilla, mis primeras palabras son de gratitud al Señor y a Su Santidad el Papa Francisco por la confianza que me ha manifestado al elegirme para este ministerio. Asimismo, agradezco al Sr. Nuncio su felicitación y las palabras de acogida y de cordialidad que me ha dirigido. Renuevo mi confianza en Jesús, el Señor, que siempre da las gracias necesarias para la misión que nos encomienda y, por un misterio sobrenatural de su amor, me ha sorprendido, una vez más, en el camino de la vida.
Al dar mi consentimiento a esta decisión del Santo Padre, me ofrezco como un pobre trabajador de la viña del Señor en la Iglesia particular de Sevilla para ayudar a su Arzobispo. He orado mi respuesta junto a la Virgen de los Reyes, aceptando con cierto temor y temblor, muy consciente y sabedor de mi historia, de mis luces y de mis sombras, pero también con ilusión y una inmensa confianza en Dios. Tengo la seguridad de que el Señor dirige y acompaña mi vida y es Él quien ha permitido que sea sucesor de los apóstoles.
Agradezco a Mons. José Ángel Saiz Meneses, nuestro obispo y pastor, la confianza que ha depositado en mí, así como el aceptarme junto a él para servirle, colaborando como su auxiliar en su episcopado. Espero prestarle la deseada y eficaz ayuda que él desea. No obstante, le pido que me ayude a ser obispo y que rece mucho por mí.
Felicito cordialmente a D. Ramón Darío Valdivia Giménez, hermano en el ministerio sacerdotal y a partir de ahora en el ministerio episcopal.
Saludo con respeto a toda la Iglesia de Sevilla, a los Obispos del Sur de España, a mis hermanos canónigos del Excelentísimo Cabildo Catedral, a la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, a todos los miembros de la curia diocesana, a los sacerdotes, diáconos, seminaristas, a los religiosos y religiosas, contemplativas, comunidades y sociedades de vida apostólica, a las parroquias, movimientos y asociaciones, hermandades y cofradías, al consejo general de hermandades y cofradías, a la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, a la Orden de Caballeros de San Clemente y San Fernando, y a todos los fieles. A todos me ofrezco como hermano y amigo. Gracias, de verdad, por vuestra segura acogida y confianza. No obstante, tened paciencia conmigo y ayudadme para que responda adecuadamente a la voluntad de Dios.
Saludo, también, a las autoridades civiles, militares, judiciales y universitarias de la Comunidad Autónoma de Andalucía, de la provincia y de la ciudad de Sevilla.
En este momento es justo volver la mirada al camino recorrido y recordar mi labor pastoral en las parroquias de Guadalema de los Quintero, El Torbiscal, El Palmar de Troya, Trajano, Trobal, Pinzón, San Isidoro, de la ciudad de Sevilla, en el cabildo de la catedral de Sevilla, en la Iglesia Colegial del Divino Salvador, en la Asociación de Fieles de la Virgen de los Reyes y San Fernando, en la adoración nocturna masculina y femenina, en la curia diocesana, como delegado episcopal para los asuntos jurídicos de las hermandades y cofradías, delegado episcopal para las causas de los santos, y vicario general. De mi paso en cada uno de esos lugares y asociaciones llevo en mi corazón testimonios de confianza y de caridad cristiana, de fe, de amor a la Iglesia, de cristianos ejemplares con valores auténticos. Que Dios os pague tanto como me habéis dado.
En este día no puedo silenciar mi afecto y gratitud a Mons. Fray Carlos Amigo Vallejo, a Mons. Juan José Asenjo Pelegrina y a Mons. Santiago Gómez Sierra, a mi familia, a las Hermanas de la Cruz, que son para mí maestras y testigos de la fe, del trabajo y del servicio humilde en la vida cotidiana, y al Instituto Religioso Esclavos de María y de los Pobres, donde recibí el cimiento de la formación cristiana. Todo ello forma parte de mi historia y de mi persona.
Me encomiendo a los santos hispalenses y, de manera particular, a Santa Ángela de la Cruz, Santa María de la Purísima y al Venerable padre José Torres Padilla, que peregrinaron en la Iglesia de Sevilla, gozan de la presencia de Dios y suponen un ejemplo y ayuda en mi seguimiento a Cristo.
Finalmente, hermanos y hermanas de Sevilla, rezad por mí en estos días en que me preparo para recibir la ordenación episcopal, que será el día 27 de mayo en la Santa Iglesia Catedral. Todos estáis invitados. Un abrazo cordial.
Teodoro León Muñoz
Obispo electo Titular de Mentesa y Auxiliar de Sevilla