Archidiócesis de Sevilla

El Movimiento Junior de Sevilla ha concluido el curso con la celebración del campamento diocesano que este año ha tenido lugar en la localidad de El Bosque (Cádiz), en el camping La Torrecilla, en el que han participado 65 niños y niñas acompañados por 20 educadores, de las parroquias de la Anunciación de Nuestra Señora y San Juan XXIII, Jesús de Nazaret y Nuestra Señora de la Consolación, ambas de Sevilla, y de Nuestra Señora de la Victoria, de Arahal.
En esta ocasión, el hilo conductor durante los seis días del campamento ha sido la violencia de género. “En primer lugar se diferenciando los distintos tipos de violencia e identificando cuál es de género y cuál no –explica Nieves Navarro, educadora del Movimiento Junior de Sevilla-. Posteriormente, se analizaron causas y consecuencias de este tema”. Además, “conocimos la opinión de Jesús de Nazaret a través de distintos textos que ayudaron a valorar qué nos propone hoy Jesús ante estos hechos y la importancia que siempre dio a la mujer”.

Pero el campamento no se queda en la teoría, sino que invita a los niños a realizar un compromiso personal y otro grupal para que “lleven la Palabra de Dios entre sus semejantes y realicen pequeñas acciones que ayuden a transformar su entorno”.

De este modo, se acordó realizar una marcha solidaria contra la violencia de género en los distintos centros hispalenses en los que está presente el Movimiento Junior. “Se venderán pulseras, cuya recaudación, junto con lo obtenido con el precio de la inscripción, se donará a una asociación de ayuda a las mujeres maltratadas”, explica Navarro.

Uno de los momentos más emocionantes del encuentro, según narra esta educadora, fue el gesto de acogida de ocho nuevos educadores que, tras finalizar sus tres años de formación cristiana, han optado por participar en la Iglesia dentro del Movimiento Junior.

También hubo espacio para la oración y la celebración de los sacramentos gracias a Miguel Ángel García, párroco de Ntra. Sra. de la Victoria, en Arahal, y consiliario de este movimiento. A estos momentos se sumaron los talleres impartidos (manualidades, pulseras, senderismo, baile…), los juegos nocturnos y las actividades acuáticas. Navarro destaca la marcha nocturna al pueblo de El Bosque y las actividades realizadas en la plaza del Ayuntamiento, “dando testimonio con nuestra presencia de que Dios está en nosotros”.

Para Nieves Navarro, “el campamento es una oportunidad para que los niños y niñas puedan disfrutar de unas vacaciones y de un espacio en el que compartir sus opiniones y su fe, reflexionando sobre diversos temas a la luz de la Palabra de Dios”. Igualmente, agradece a los educadores, los centros y a las familias su implicación compartiendo recursos, lo que ha permitido que ningún niño se quede sin acudir a esta actividad estival por motivos económicos.