Sábado de la IX semana del Tiempo Ordinario
El evangelio de este sábado de la IX semana del tiempo ordinario nos refiere este elogio que hace Jesús de la viuda pobre que echa dos reales en el cepillo del templo: “Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir”.
La epidemia terrible que estamos padeciendo, además de millares de muertos y enfermos, nos está dejando millones de nuevos pobres que han perdido sus trabajos, otros que vivían de economía sumergida o de trabajos ocasionales. Es grande el dolor de tantos hermanos nuestros que lo han perdido todo. Nuestras Cáritas diocesana y parroquiales, las obras de los religiosos y religiosas y las diputaciones de caridad de nuestras Hermandades están desbordados.
Por todo ello, os pido ayuda para los pobres. No os olvidéis de ellos. Los estáis viendo de nuevo en nuestras calles y en las puertas de nuestras iglesias. Colaborad con nuestras Cáritas entregando no sólo algo de lo que nos sobra, sino incluso algo que estimamos necesario, porque cuando el amor no duele, es pura hipocresía. No olvidemos que, en la noche de la vida, nos juzgarán del amor y sólo heredaremos la bienaventuranza y seremos admitidos en el Reino de Jesús, si hemos tenido sentimientos eficaces de piedad con los enfermos, hambrientos, sedientos, presos e inmigrantes, entregándoles, nuestros bienes, nuestro tiempo, nuestro afecto y nuestra propia persona.
Termino con esta sabia exhortación de san Pablo: Que cada uno dé como le dicte su corazón: no a disgusto y a la fuerza, pues Dios ama al que da con alegría (2 Cor 9,6-7).
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
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