Ser «expertas en comunión»
El Año de la Vida Consagrada va terminando. Ha sido, en el tiempo, más que un año, pero en lo vivido no se podrá, o no debería, terminar nunca. Hemos caminado con un buen itinerario de oración, reflexión y profundización desde las importantes y hermosas llamadas del Papa Francisco. Y hoy quisiera fijarme en este aspecto concreto que nos pidió el Papa: Ser “expertas en comunión”.
Esta reflexión de mi blog me lo ha sugerido el video, que ya todos lo llamamos «El video del Papa, (el que hablan las cuatro grandes religiones). Me encantó, y ha sido tomar conciencia de nuestras diversidades, un desafío que podemos vivirlo como riqueza y oportunidad, desde un sentido profundo de un horizonte común: Dios y los grandes valores. Porque compartiendo significados nos acercamos a una comprensión común.
Ser “expertos en comunión” en un mundo de enfrentamientos, de difícil convivencia entre las diferentes culturas, de la prepotencia con los más débiles, de las desigualdades, quisiéramos vivir la “mística del encuentro”. Es decir, reconocer el don que cada uno llevamos dentro, capacitarnos para escuchar y buscar el camino, acogiendo nuestras diferencias. Así podremos ser “un signo creíble de la presencia del Espíritu, que infunde en los corazones la pasión de que todos sean uno”. (Mensaje del Papa Francisco a la Vida Consagrada).
Ciertamente que esto implica, principalmente: acoger los brotes de novedad suscitados por el Espíritu, creer en la posibilidad de unas relaciones humanas acogedoras, transparentes y sinceras. Crecer en una capacidad de diálogo que es mucho más que la comunicación de una verdad. Salir de lo propio y conocido, hasta ahora, para lanzarse a lo desconocido, a lo otro que es diferente, a lo plural, lo diverso. Siendo siempre expresión y canal de comunión. Iremos descubriendo “la brisa suave” de la presencia Dios en la vida, en la historia.
Ojalá la vida consagrada podamos vivir el ser “expertas en comunión”. Pasar de las palabras a los gestos que acogen y regeneran, anunciando con nuestras vidas al Dios de la ternura y misericordia, siempre y, en especial, en este Año de la Misericordia.
2 comentarios
Estimada hermana, que pena que haya pasado el año de la vida religiosa sin pena ni gloria, se tendría que haber preparado alguna actividad con las parroquias o movimientos , solo es un comentario. Creo que los chavales no conocen la vida religiosa, no hay información, hay que hacer algo.
Como catequista he esperado algo más, tampoco sabría decir qué.
Gracias. Me hubiese encantado que lo que dices se haga realidad.El año se clausura pero la vida religiosa sigue. Se puede hacer ahora, siempre es tiempo.