La Pastoral Familiar celebra una Eucaristía con motivo de la clausura del X Encuentro Mundial de las Familias
La Delegación de Familia y Vida se ha sumado esta semana a la celebración del X Encuentro Mundial de las Familias, una iniciativa de San Juan Pablo II que viene celebrándose desde 1994.
Por un lado, ayer, 22 junio, la Parroquia San Juan Pablo II, de Montequinto, acogió una charla-coloquio sobre las claves para vivir el plan de Dios en el matrimonio, donde un matrimonio compartió las luces y experiencias recibidas gracias al magisterio de San Juan Pablo II en el primer ciclo de sus catequesis sobre matrimonio y la familia.
Hoy, la Parroquia Corpus Christi, de Sevilla, ha organizado una adoración eucarística y un acto de consagración al Sagrado Corazón de Jesús al final de la Eucaristía. Y el próximo sábado, día 25, está prevista la celebración de la Eucaristía en la capilla Real de la Catedral, a las nueve menos cuarto de la noche, para unirse a la clausura del encuentro en roma. La Misa estará presidida por el vicario general de la Archidiócesis y deán de la Catedral, Teodoro León, y en ella partiparán los delegados diocesanos de Familia y Vida, Juan Manuel Granados y María Dolores Sánchez-Campa.
Por otra parte, antes de esta celebración la Delegación de Pastoral Familiar recordará los diversos programas dirigidos a “familias heridas” que actualmente lleva a cabo. Concretamente, para atender y acompañar a personas separadas y divorciadas no vueltas a casar ni convivientes la diócesis lleva a cabo el proyecto ‘Un amor que no termina’. En relación al aborto provocado, en Sevilla se cuenta con numerosos voluntarios y técnicos del ‘Proyecto Raquel’. En esta línea, el ‘Proyecto Ángel’ y ‘Parroquias y Hermandades por la Vida’ bridan apoyo a mujeres tentadas a abortar por un embarazo imprevisto o en dificultad.
Los delegados han animado a todas las parroquias y movimientos, y a las familias en general, a sumarse a la celebración de este Encuentro Mundial. Para ello, ha facilitado el conjunto de Catequesis que el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha elaborado para preparar este evento. “Se trata de una formación que se puede realizar en casa, en familia, y durante todo el año”, matiza Sánchez- Campa.
Además, desde la Pastoral Familiar diocesana están enviando un guion litúrgico a aquellas parroquias que lo solicitan, que busca que los matrimonios se impliquen en la preparación de la Misa.
Presencia sevillana en el Encuentro de Roma
Roma está siendo la sede del X Encuentro Mundial de las Familias. En esta ocasión el Encuentro se está desarrollando bajo el lema ‘El amor familiar: vocación y camino de santidad’ y cuenta con la participación del matrimonio sevillano compuesto por Carmen Rodríguez y Rafael Muñoz, que ha ido en representación de la Delegación diocesana de Pastoral Familiar.
“Se trata de un encuentro atípico –explica Carmen Rodríguez-, porque por primera vez el Papa ha pedido que se viva también desde las diócesis, es decir, se ha descentralizado”. El objetivo de este cambio ha sido, señalaba el Pontífice en un vídeo, “involucrar a todas las familias que deseen sentirse parte de la comunidad eclesial”.
Por otra parte, destacan también algunas modificaciones en la estructura del encuentro: “Este año ha comenzado con el Festival de la Familia, que normalmente tenía lugar el penúltimo día. La Eucaristía de clausura se adelanta al sábado y el domingo está previsto el rezo del Ángelus y el envío del Papa a las familias”. Por su parte, durante el Congreso teológico-pastoral que está previsto desde hoy hasta el sábado se abordarán diversos temas divididos en paneles de expertos y testimonios de familias.
Sobre el logotipo
Según han informado fuentes de la organización, el logotipo diseñado para el X Encuentro Mundial de las Familias recuerda la forma elíptica de la columnata de Bernini de la plaza de San Pedro, “lugar de identificación por excelencia de la Iglesia Católica, y remite a su significado original: el abrazo acogedor e inclusivo de la Madre Iglesia de Roma y su Obispo a todos los hombres y mujeres de todos los tiempos”.
Por otro lado, las figuras humanas que se hallan bajo la cúpula representan a una familia, a la vez que pretenden evocar la imagen de la Iglesia como “familia de familias” propuesta por la Amoris Laetitia (Al 87). De hecho, “la cruz de Cristo que se perfila hacia el cielo y los muros que protegen casi parecen estar sostenidos por las familias, auténticas piedras vivas de la construcción eclesial”.
A la izquierda, en la línea fina de la columnata, se advierte la presencia de una familia en la misma posición que las estatuas de los santos en las columnas de la plaza: “Estas nos recuerdan que la vocación a la santidad es una meta posible para todos. Subrayan cómo la santidad puede ser vivida en la esencialidad de la vida ordinaria”.
En cambio, la familia de la izquierda que aparece detrás de la línea de la columnata “representa a todas las familias no católicas, alejadas de la fe y ajenas a la Iglesia, que contemplan desde fuera el acontecimiento eclesial que se está llevando a cabo”.
En general, en todas las figuras “se aprecia un dinamismo. Se mueven hacia el exterior. Son familias en salida, testigos de una Iglesia no autorreferencial. Estas van en busca de otras familias para intentar acercarlas y compartir con ellas la experiencia de la misericordia de Dios”.
Finalmente, en lo que se refiere a los colores (predominan el amarillo y el rojo) son una clara referencia al blasón de la ciudad de Roma, “con una línea gráfica que quiere expresar un intenso vínculo con la comunidad”.