Archidiócesis de Sevilla

El programa ‘El Espejo’ de COPE Sevilla propició el pasado 15 de diciembre un encuentro significativo, por el nivel de los invitados y el contexto temporal en el que se enmarcó. A tres jornadas de una festividad tan mariana, tan arraigada en Sevilla como Nuestra Señora de la Esperanza, se habló –mucho- de ilusión y de lo que anida en el corazón de todo el que se acerca con fe a la Virgen. Se habló largo y tendido de la esperanza.

En torno a la mesa del estudio central de COPE Sevilla se dieron cita los hermanos mayores de la Esperanza de Triana, Alfonso de Julios; y la Esperanza Macarena, el recientemente elegido José Antonio Fernández. Junto a ellos, dos habituales de la tertulia de historia de este espacio radiofónico: José Márquez y Angelita Yruela.

“La esperanza como actitud del hombre”

Fue Fernández quien situó el debate en el terreno de las necesidades últimas del hombre: “Yo pienso en la esperanza como virtud teologal, que no es la virtud pobre de las teologales, eso es mentira. Pienso en la esperanza como una actitud del hombre”. Subrayó la distinción entre “una esperanza real” y la del que solo espera, para concluir con que “el hombre está siempre esperando”.

Alfonso de Julios vinculó esta actitud de espera con la de tantos fieles que cada día se postran ante la Virgen con anhelos muy íntimos. Gente que “tiene presente a la Virgen en sus vidas continuamente”, y que no hacen más que reafirmar hasta qué punto está tan profundamente arraigada la devoción mariana en nuestra tierra: “Es difícil que un cristiano no tenga a la virgen en un lugar principalísimo de su corazón, con independencia de la advocación a que venere”, afirmó. De Julios reconoció que pide continuamente a la Virgen “por la gente que necesita de ella”. De hecho, al igual que a homónimo en la corporación macarena, le sigue marcando la experiencia de tantas personas que “desde metros antes de llegar a los pies de la Virgen vienen enmudecidos, con los ojos empañados en lágrimas… Yo –reiteró- le pido mucho por la gente que lo necesita, cualquier necesidad”.

…Y la ilusión

Durante la tertulia se abordaron varios temas hasta llegar a otro punto de unión: la ilusión. El máximo mandatario macareno hizo hincapié en que “hay dos cosas que cuando las pierdes no te queda nada por perder, la esperanza y la ilusión”. Todos coincidieron en que esta última ésta siempre presente en las plegarias a la Virgen. La vida nos va poniendo en diversas tesituras que hay que ir salvando, y la ilusión se presenta como una aliada para encarar el futuro. “Le pido –apuntó José Antonio Fernández- que me mantenga la ilusión por hacer cosas, la ilusión por levantarme cada día, la ilusión por pensar en el bien de los demás, la ilusión por crecer y hacer crecer a otros”.

Ambos mandatarios saben que su cargo, más que un honor comporta una gran responsabilidad. “Procuramos ser plenamente consecuentes con la responsabilidad adquirida al frente de una institución de la Iglesia muy importante”. “Tenemos que estar al servicio de la hermandad y de la Iglesia”, resumió Alfonso de Julios. Además, como recordó José Márquez, este año se conmemoran seis siglos en los que “lleva sonando la esperanza en Triana, Lo cual –añadió- no es cualquier cosa”.

Sevilla y la esperanza en las vísperas navideñas. Cita con la tradición, con estampas de besamanos y rumores de plegarias. Esa tarde en la COPE se habló de la ilusión y de lo que habita el corazón de los sevillanos que, desde ese día, guardaron pacientemente las largas colas que conducían a la presencia de la Virgen. Se habló, en suma, de la esperanza, de una relación que se materializa en devociones muy concretas, y que sigue marcando el día a día de muchos sevillanos.