Testimonio coherente de los catequistas
Todos los meses nos pide el Santo Padre rezar por unas intenciones de carácter misionero y en este mes de septiembre la intención es: “Para que la vida de todos los catequistas sea un testimonio coherente de la fe que anuncian”.
Yo lo comparo con el sacerdocio por ejemplo; un sacerdote puede estar muy formado, pero si no practica la adoración al Santísimo, confesión frecuente a sus feligreses, fidelidad a su vocación, etc.…no da un verdadero testimonio.
Igualmente pienso de nosotros los matrimonios, si falta la oración en nuestras familias, el perdón, el agradecimiento, el pedir las cosas por favor y saber vivir en familia el amor de Dios teniendo como modelo a la familia de Nazaret, no damos un verdadero testimonio de vida a otras familias.
A mí personalmente me parece importantísima la transmisión de la fe que hagan los catequistas como agentes pastorales, máxime en este Curso pastoral en el que nuestro arzobispo nos manifiesta la “urgencia de responder a los nuevos desafíos con formas de acción pastoral de una tonalidad más misionera. Sólo así saldremos al paso de la dificultad que todos sentimos para transmitir la fe a las nuevas generaciones”. “Si no respondemos con prontitud y celo apostólico muchos niños no llegarán nunca a conocer ni a vivir las exigencias de su bautismo”.
“En esta línea la reacción no puede ser la queja, el lamento o el reproche de unos a otros. Por el contrario, el camino que la Iglesia nos señala es otro: tenemos que aprender a vivir todos como miembros de una Iglesia verdaderamente evangelizadora y misionera.”
Pero estaréis de acuerdo conmigo que sin el testimonio coherente de vida, la catequesis no tiene un sentido completo, ¿verdad?
No cabe un evangelizador que no sea testigo. El catequista debe dar catequesis dando testimonio de una manera sencilla y directa de Dios. Su testimonio debe ser de una vida entregada a Dios en comunión con la Iglesia.
“El hombre de hoy escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan; o si escucha a los que enseñan es porque dan testimonio”. (EN 41).
Hoy tal y como está la sociedad, el testimonio de vida coherente es una condición para que la evangelización tenga efecto, llegue a todos.
El mundo anhela personas con una vida sencilla, personas de oración que sepan practicar la caridad y misericordia y se entreguen a los demás renunciando a uno mismo. Vivir la vida con un sentido de trascendencia, así se abrirán los corazones de los hombres de nuestro tiempo y estarán más dóciles a recibir la catequesis.
“La misión primordial de la Iglesia es anunciar a Dios, ser testigo de El ante el mundo. Se trata de dar a conocer el verdadero rostro de Dios y su designio de amor y salvación en favor de los hombres, tal como Jesús lo reveló. “ (DGC 23)
Me consta que desde nuestros pastores, la Delegación de catequesis, reuniones en los arciprestazgos, etc, se han preocupado mucho de trabajar este tema de las Catequesis y de animar tanto a sacerdotes y a catequistas a que se entusiasmen a pesar de las dificultades que pueda haber.
Desde aquí reitero la petición que hice al principio de rezar por esta intención misionera durante el mes de septiembre.
Como decía C.H Spurgeon: «Que el principal sermón de tu vida lo predique tu conducta».
11 comentarios
Así lo haré y compartiré
Ante tan maravillosa exposición de este tema, poco más se puede decir. Mi testimonio como catequista lo puedo resumir en pocas palabras: las enseñanzas que pueda transmitir se basan sobre todo en una fe vivida, en un transmitir la Palabra de Dios, enseñando más con hechos que con palabras, y, sobre todo, orando, rezando mucho, para que el Espíritu Santo me colme de esperanza, de ánimo , de voluntad incesante para que lo que transmita sea algo que recordar y vivir, y, al menos, consiga que de las semillas que haya podido sembrar, algunas den su fruto en su día. Muchas gracias Beatriz.
Muchas gracias Beatriz por tu artículo. Añadir el gran esfuerzo que harán este año los catequistas para adaptarse al nuevo directorio catequético. Imparten la catequesis, Asisten a la misa dominical y a la formación de catequistas…toda una entrega que surge del espíritu misionero que nos empuja a todos a evangelizar. Oremos por todos ellos.
Muchas gracias por el artículo, Beatriz, tienes toda la razón en la coherencia de vida y ¡qué daño hacen los que predican algo que no practican!.. Para enseñar la buena noticia de Dios hay que amarLo. Para amarLo, hay que conocerLo, y para conocerLo, hay que tratarLo . Sólo así, podremos ilusionar a quienes queremos transmitir el «buen olor de Cristo».
Muy acertado Beatriz, como siempre, pero resulta complicado en el día a día dar testimonio diario con la conducta propia con el ritmo que llevamos , muchas gracias por tan estupenda reflexión .
Ser catequista no es una cosa nimia ni sencilla… tanto mis catequistas como mi profesora de religión como mi tía Irene supieron darme el regalo más grande que jamás nadie pudo darme… la FE que es un Don de Dios que yo disfruto día a día…Doy gracias gracias a todas ellas por este Don recibido.
Felicidades Beatriz por tu magnifico articulo. Soy catequista vocacional en mi parroquia y te digo que la gente esta harta de palabras y lo que llama la atencion es el testimonio de vida pues son las obras las que deben mostrar la fe como dice el Apostol Santiago. Por eso procuro mostrar coherencia de vida, no para ser señalado como «bueno» sino como forma de evangelizar.
Me encanta Beatriz.
Saber que todos a semejanza de Cristo debemos ser Apótoles, no solo de gentiles sino de los que nos rodean a diario.
Y solo nos creerán cuando siendo coherentes, prediquemos con el buen ejempl,o con la verdadera alegría de ser personas que imitan a Cristo . ATTEmete
Rosaciriquián
Estupendo artículo. Para mí ser catequista es además de educar en la fe, transmitir con palabras y hechos el amor que Dios ha depositado en nosotros en favor de los demás. Somos evangelizadores en unos tiempos difíciles en los que el Espíritu Santo sigue actuando hasta implantar en este mundo el plan de salvación a los que todos estamos llamados. Unámonos todos a rezar por la intención propuesta por el Santo Padre de dar los catequistas testimonio coherente con la fe que anunciamos.
Me encanta Beatriz:Saber que todos a semejanza de Cristo, debemos ser Apóstoles, no solo de gentiles sino de la familia , amigos y entorno.
Y sólo seremos escuchados si predicamos con el ejemplo, converdadera alegría de ser hombres y mujeres recios, contantes que siguen a Cristo.
Este año comienza mi nieto las catequesis. Le pido a Dios por los catequistas que vaya a tener y que ellos sepan trasmitirle todo el «proyecto de vida» que es ser un buen cristiano.