Archidiócesis de Sevilla

Con motivo de la celebración del Día del Seminario, el próximo 19 de marzo, durante esta semana en los medios diocesanos publicaremos una serie de testimonios de seminaristas que compartirán su proceso vocacional y propondrán esta opción de vida desde la honestidad y la alegría que le acompaña.

Testimonio de Andrés Rodríguez, seminarista de 3º Curso

El discernimiento vocacional de Andrés comenzó en el Seminario Menor. Aquí solo estuvo un año, pero le ayudó para “comenzar a caminar en esta aventura” de ser sacerdote. Recuerda que “al principio me sentía nervioso, todo era nuevo para mí y me tenía que separar de mi familia para vivir interno”, pero de aquella experiencia le queda “un buen recuerdo” y confiesa que fue un lugar en el que “encontré gente estupenda”. Además, durante este periodo, destaca especialmente el apoyo de su familia.

Ya en el Seminario Mayor, asegura que ha ido comprendido que, aparte de ser una institución en la que se forma y vive desde hace tres años, es además “un tiempo de cercanía con el Señor donde vas descubriendo lo que Él quiere de ti”.

Pastoral Vocacional

Además de a la oración, el estudio y su formación humana, Andrés dedica gran parte de su tiempo a un servicio principal en el Seminario Metropolitano: la Pastoral Vocacional.

“Organizamos encuentros, convivencias en el Seminario con chavales que se están planteando seguir al Señor siendo sacerdotes –explica. También hicimos unas retransmisiones online en sustitución de unas oraciones vocacionales que iban a ser presenciales; hemos participado en algunas vigilias con hermandades y con la Pastoral Juvenil; y normalmente por estas fechas preparamos con ilusión la Campaña del Seminario, siempre entorno al Día de san José, patrón de los seminaristas. Por este motivo, solemos organizar una Jornada de Puertas Abiertas del Seminario Mayor y Menor para todos aquellos que quieran conocer nuestra forma de vida y el edificio en sí”.

Sin embargo, lamenta que este año estas acciones se hayan visto limitadas a causa de la pandemia. Una circunstancia que no ha impedido que se celebre el Día del Seminario con la solemnidad que se merece. Así, la Pastoral Vocacional, ha previsto una Vigilia de oración el jueves, 18 de marzo, a las ocho de la tarde en la Capilla del Seminario, así como la celebración de la Eucaristía presidida por el Arzobispo de Sevilla el viernes 19 en la iglesia del Salvador. La cita es a las ocho de la tarde y están convocados no solo los seminaristas de la diócesis sino todos los jóvenes y universitarios que deseen participar. Asimismo, se han lanzado numerosas iniciativas –vídeos, retos, entrevistas, etc.- a través de las redes sociales del Seminario.

El regalo de la vocación

Este joven seminarista, natural de Bollullos de la Mitación, defiende que la vocación sacerdotal “es un buen regalo” porque Dios “siempre quiere cosas buenas para todos”. Por eso, anima a los chicos que tengan cierta inquietud vocacional a dar el paso, ya que, “aunque surjan miedos y dudas, Dios se ha fijado en ti para hacer en tu vida un proyecto grande”.

En esta línea, no obstante, reconoce que “el mundo parece ofrecer unas alternativas de vida que atraen mucho, pero estoy convencido de que, a pesar de todo, Dios sigue tocando el corazón de muchas personas que sienten en su vida esa llamada que Él hace para que, sirviendo a la Iglesia, seamos felices”. Por eso, reflexiona, ante esta sociedad cada vez más individualista que considera a Dios “como algo innecesario”, el reto de los futuros sacerdotes es “hacer cercano a Dios en medio de todo esto y acompañar a la gente que sufre en cualquier momento y lugar”.

Y para ello, concluye exhortando a todos los sevillanos a orar por las vocaciones, “para que todo el que sienta esta llamada de Dios a seguirle, imitarle y a trabajar por Él, le diga SÍ”.

Otros testimonios

Testimonio de José Pablo Hoyo, seminarista de 4º Curso

Testimonio de Germán Carrasco: una vocación de la mano de la Macarena

Testimonio de Manuel Mena: la clave de la vocación es la valentía y la confianza