UN ENCUENTRO LLENO DE ESPERANZA, Carta Pastoral con motivo del Día de las Peregrinaciones (27-09-09)
Nuestra vida sea como una peregrinación, por los caminos de este mundo, hasta el encuentro definitivo en el santuario de Dios. Cada día vamos dando un nuevo paso, siempre acompañados del Señor y su bondadosa providencia.
Dentro de esa gran peregrinación, hacemos algunas otras, tan santas como imprescindibles. La más importante es la del bautismo, en la que pasamos por el agua del sacramento a la casa de los hijos de Dios redimidos por Jesucristo.
Camino necesario es el del retorno del pecado a la penitencia. Es peregrinación de misericordia, en la que nos reconciliamos con Dios después de haberse alejado por la tentación que llevó al pecado.
Hay una peregrinación interior, especial y permanente. Es la que hacemos a la propia conciencia para encontrarse allí con el Espíritu del Señor, que es «dulce huésped del alma».
Como señal y recuerdo de todas esas peregrinaciones, es la que hacemos a algunos santuarios de nuestra devoción. Sobre todo el camino que nos lleva a visitar los santos lugares de Tierra Santa.
Nuestra Delegación Diocesana de Peregrinaciones, dirigida por don Álvaro Dorado Quesada, nos convoca todos los años a un encuentro fraterno para celebrar, «el día de las peregrinaciones». Es una feliz ocasión para recordar lo que hemos visto y oído en las propias peregrinaciones de cada uno, y compartir el pan de la Palabra y el pan de la Eucaristía.
Este año nuestro encuentro será en la localidad de Marchena. Ciudad antigua, cuna de misioneros notables, monumentos increíblemente hermosos, un patrimonio artístico y cultural rico y bien cuidado. Una comunidad cristiana que guarda los mejores valores de su tradición y que trata de vivirlos con las imprescindibles exigencias de la actualidad.
Todos estáis llamados a este encuentro, el día 27 septiembre en Marchena. Como en años anteriores, será un día memorable y que nos hará revivir los mejores recuerdos de nuestras peregrinaciones y, sobre todo, llenarlos de esperanza para seguir adelante entre las dificultades, que ponemos los hombres, y los consuelos de Dios.
El Señor os bendiga y guarde en todos vuestros caminos.
+ Carlos, Cardenal Amigo Vallejo
Arzobispo de Sevilla