Archidiócesis de Sevilla

Cuando el papa Francisco, convocó un Mes Misionero Extraordinario (MME), expresó que tenía el deseo de “despertar aún más la conciencia misionera de la missio ad gentes y de retomar con un nuevo impulso la transformación misionera de la vida pastoral”. Son los dos objetivos que se han intentado impulsar en la Archidiócesis de Sevilla durante octubre, siguiendo las directrices marcadas por el Santo Padre, por las Obras Misionales Pontificias y por la Comisión Episcopal de Misiones.

Por este motivo, la Delegación diocesana de Misiones de Sevilla, encabezada por el sacerdote Eduardo Martín Clemens, creó en el curso pasado una comisión, formada por sacerdotes, consagrados y laicos, para incentivar la vivencia del MME. Dicha comisión convocó la apertura solemne con el rezo de Vísperas en el convento de Las Teresas, también una vigilia de universitarios y un encuentro de jóvenes, así como la clausura en la Eucaristía de la Catedral el domingo 27, presidida por monseñor Gómez Sierra, Obispo auxiliar de Sevilla. Además, ha habido presentaciones del MME en todas las vicarías, charlas en parroquias, hermandades y colegios, retiros a sacerdotes y seglares, adoraciones y rosarios misioneros, testimonios de personas que viven la misión ad gentes, etc.

Ciertamente, Sevilla ha vivido un revulsivo misionero durante este mes. En palabras de Martín Clemens, “el MME ha supuesto un nuevo impulso de vitalidad tanto para partir como misioneros como para la conversión personal y el cambio de estructuras en nuestra propia Archidiócesis”. Asimismo destaca que, desde el encuentro por Vicarías que tuvo lugar el sábado 5 de octubre, todas las parroquias “se han sentido muy responsables”, desde la clave de la “Iglesia en salida” que pide el Papa.

Lo fundamental -concluye- es que este impulso no termine en octubre, sino que se mantenga la perpetuidad, y que el espíritu misionero siga calando en la vida pastoral y despertando las conciencias de toda la Archidiócesis.