Vivir lo cotidiano
¿Qué tengo ahora de novedad para el blog? No me vino nada destacable. Y pensé que la vida diaria y cotidiana era lo más importante. Ese día a día es lo que hace una vida grande. Quizás no se ve nada deslumbrante, pero si no se vive dejaríamos de vivir la vida que Dios nos da cada día, y que es la mayor parte de nuestro tiempo y donde nos lo jugamos todo.
El despertar es ya el gran regalo de un nuevo día. Habrá que poner muchísima ilusión por las sorpresas que nos trae, o por la monotonía que ya sabemos y nos va tocar vivir: el trabajo, las relaciones, el transporte, los quehaceres de cada día, etc. para vivirlos como don.
Sí, los actos pequeños de cada día lo podemos convertir en algo grande si los llenamos de amor, porque para el amor no hay nada pequeño. La sabiduría de vivir es saber asumir, aceptar lo que la vida nos presenta cada día: el gozo, el dolor, el amor, la compañía, la soledad…todo lo que vivimos.
La verdad que la gran riqueza es la vida aquí y ahora. Lo cotidiano es el espacio en el que acontece Dios en nuestras vidas. Este domingo hemos leído la parábola de las diez vírgenes. Hay que estar en “vela”, con las lámparas encendidas para acoger a ese Dios que viene, está viniendo. Un Dios que en Jesús se hizo pequeño, cercano, que pasó la mayor parte de su vida en el taller de Nazaret, con trabajos sencillos.
El Papa Francisco nos dice “Hay que vivir con alegría las pequeñas cosas de la vida cotidiana. No te prives de pasar un buen día” (E.G.). San Josemaría propone e insiste “la santidad en la vida cotidiana, en la grandeza de la vida ordinaria. La santidad es cumplir con los deberes pequeños de cada instante. Hay que ilusionarse con ese vida cotidiana, que con amor cada día será distinto”.
Que María que nos acompañe en este caminar, en este regalo de la vida sencilla de cada día, Ella que es “La Estrella de la mañana” ilumine nuestro amanecer a vivirlo como ella lo vivía.
7 comentarios
Muy bien reflejado, me encanta, no podía estar mejor escrito. La santidad en la vida ordinaria, hacer de cada día un buen día.
Es estupendo, la santidad al alcance de todos. Eso sí, haciendo lo que se debe, estando en lo que se hace, y ofreciéndolo a Dios
Así lo he entendido siempre, el poner entusiasmo e ilusión en las pequeñas cosas te hace vivir con satisfacción y te realiza en el alcance de pequeñas metas. Gracias por escribir con sentimiento
Me dice mucho, precisamente por su sencillez, porque la vida es más fácil de entender cuando se la considera como una simple continuidad de instantes. Así el sufrimiento resulta más llevadero igual que cualquier situación agobiante.
Cuestión de entrenamiento, a veces duro, pero posibles con la ayuda de Dios.
Gracias Pilar.
Vivir lo cotidiano debería ser fácil, pero nos empeñamos en hacerlo complicado.
Vivir el momento, disfrutarlo con sus cosas buenas y no tan buenas, aceptar la realidad y tratar de buscar lo positivo nada más despertamos porque es la mejor forma de agradar a Dios y de que nuestra ilusión y ganas de vivir no mermen.
Un cordial saludo Pilar
Gracias
Qué realidad tan grande y tan bien expresada!. Vivir el momento presente tal cual se nos presenta, ciertamente es la sabiduría de la vida y lo que te permite vivir en paz y con alegría siempre. Gracias Pilar